lunes, 26 de diciembre de 2011

México: Piden abrir debate sobre televisoras comunitarias en México

www.proceso.com.mx 

El fundador de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), José Ignacio López Vigil, consideró que “ya es hora de hablar de televisoras comunitarias que estén en manos de las comunidades”.

Después de impartir el taller Guelaguetza radial y presentar la conferencia magistral El papel de los medios de comunicación para fortalecer el tejido social, destacó que mientras en América Latina los países se están democratizando en la materia, en México persiste el poder de los monopolios.

Como ejemplo de esa democratización, el experto destacó los casos de “Argentina, donde se acabó con el monopolio del Clarín, que se parece tanto a Televisa”; de Uruguay o de Bolivia, donde se han aprobado leyes de telecomunicaciones donde se autoriza 33% al sector público, otro 33% al privado y 34 % a movimientos sociales, indígenas o sociedad civil.

Sin embargo, dijo, “en México hay un par de grupos (Televisa y TV Azteca) que se han creído que el espectro radioeléctrico es de ellos, lo peor es que se lo creyeron y lo ejercen, lo monopolizan y acaparan y todavía tienen la insolencia de meter la ley Televisa”.

El director de Radialistas Apasionadas y Apasionados en Quito, Ecuador, hizo hincapié en que “hay que pelear” por una ley de telecomunicaciones que no sea discriminatoria, donde se respeten los derechos de los mexicanos.

El autor del libro Las mil y una noches de Radio Venceremos y del Manual urgente de Radialistas Apasionadas y Apasionados, destacó que “el derecho a la comunicación es un derecho humano, no es una concesión del Estado”.

De ahí que instó a los radialistas que han salido con o sin permiso de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) a continuar operando para “romper con esa ley discriminatoria”.

El comunicador de origen cubano y residente en Ecuador destacó que “no hay país en América Latina donde no surjan radios comunitarias, y México no es la excepción, donde se habla de 40 u 80, ojalá hubiera 800 y aprendieran a trabajar en red, pues ese día romperán con el monopolio”.