viernes, 2 de diciembre de 2011

Colombia: Los koguis desde la ficción

www.elespectador.com

El cortometraje 'Gonawindúa'. La primera película de ficción filmada con indígenas en Colombia se estrenó este fin de semana en Barranquilla. Jorge Mario Suárez y Giuliano Cavalli hablan de su experiencia con la comunidad y del reto de filmar en lengua kogui.

Hace poco más de 20 años se hizo para la BBC un documental sobre la comunidad de indios koguis, habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los koguis no sólo abrieron la puerta en ese momento a aquel inglés que contó su historia y sus costumbres, sino que además firmaron un pacto de exclusividad de imágenes hasta finales del 2012.

Dos jóvenes, Jorge Mario Suárez, de Barranquilla, y Giuliano Cavalli, nacido en Bogotá pero criado también en la capital del Atlántico, crearon la productora Murillo Films para contar desde el mundo audiovisual las vicisitudes de los pueblos indígenas. Querían embarcarse en contar de cerca la historia de los koguis. Suárez escribió un libreto que discutió con Cavalli. “Partimos de la reflexión de que llevan más o menos 22 años haciendo documentales sobre los indígenas de la Sierra y todavía es la hora en que su voz no es escuchada. Entonces veíamos un poco tonto hacer un documental más en donde digan las mismas cosas: que ellos son los hermanos mayores, que nosotros los hermanos menores, que la Sierra hay que cuidarla para que se mantenga el equilibrio del mundo. La idea de hacer una ficción acerca de las creencias koguis nos parecía mucho más poderosa”, dice Giuliano Cavalli, codirector del cortometraje que bautizaron Gonawindúa, el nombre del primer cerro que nace de la tierra y, por lo tanto, el último en caer, según predicen los koguis.

Sin embargo, parecía que nada de esto iba a ser posible. Cuando se acercaron a la comunidad ellos les hicieron saber que habían firmado el contrato de exclusividad de sus imágenes con la BBC y que por tanto no podían colaborarles hasta que se venciera. Después de insistir y esperar a que los indígenas lo consultaran con los dioses, “como por arte de magia” fueron bienvenidos para realizar su cortometraje. Los dioses habían encontrado buenas sus intenciones.

Los koguis han cumplido en la historia el papel de orfebres y sabios y “como lo que queríamos contar era más bien una cuestión de sabios, los elegimos a ellos”. El primer guión escrito por Suárez fue pensado para animación. Después de reescribir la historia junto a Cavalli, que propuso que grabaran con indígenas reales, los koguis corrigieron la historia. Las experiencias les enseñaron no sólo a respetar lo sagrado de su mensaje, sino también a participar de sus rituales. Los jóvenes realizadores hicieron pagamentos en la laguna para conservar el equilibrio, de los que las libélulas, mandadas por los dioses desde el centro del universo, fueron testigos. Aprendieron también de la ingenuidad sabia o, más valdría decir, de la pureza de Luis, el protagonista, que al ver una película en un televisor pregunta dónde sucedió, revelando que para ellos la ficción no existe.

“La realidad supera la ficción. Nosotros pensábamos que esto era un poco más dilatable”. Cavalli lleva 11 años subiendo a la Sierra y ha sido testigo de múltiples proyectos que se han querido hacer allí: teleféricos, el puerto de veleros en Bahía Concha... “el hotel este es menor en relación a cosas más graves que están pasando ya. El Cerrejón tiene boquetes de 30 hectáreas con 2 kilómetros de profundidad detrás de la Sierra”.

La película está hecha en lengua kogui, con la intención de hacerla aún más fiel al mensaje ancestral. Algunos de ellos bajarán de la Sierra para estar en el estreno. Murillo Films espera ahora la respuesta del Festival de Cine de Berlín, en donde postularon Gonawindúa a concurso, además de sacar adelante otras producciones como el cortometraje Ana tiene mala suerte y un largometraje de ficción sobre la performer colombiana María Teresa Hincapié, entre otros proyectos.