martes, 8 de noviembre de 2011

Brasil: Amazonas Film Festival 2011: Entrevista con Fernando Meirelles

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Convertido en uno de los directores brasileños más celebrados a nivel mundial desde la exitosa “Ciudad de Dios”, Fernando Meirelles visitó Manaos en su doble faceta de presidente de honor del Amazonas Film Festival y productor de la película de apertura de esta edición, “Xingu”. Afincado en São Paulo, este arquitecto devenido en cineasta –que actualmente se cuestiona su continuidad como realizador- ha optado por una “cuestión práctica” producir películas en su país –a través de su compañía O2 Filmes asociada con Globo Filmes- y explotar su veta como director de cine en el extranjero. Por Cynthia García Calvo.

En el festival presentaste como productor “Xingu”, que dirige Cao Hamburger. ¿Cómo es que llegan estas historias que eliges producir y por qué te interesas por ellas?

No existe un patrón. A veces es un libro, a veces un amigo y a veces golpean a mi puerta para pedirme que haga una película, como sucedió con “Xingu”. Lo que me interesa es muy diverso. Incluso depende del día. A veces me dicen una idea un día, no presto atención, y al día siguiente la vuelvo a ver y me gusta. Ese fue el caso de “Xingu”. El hijo de Orlando Villas-Bôas (uno de los personajes reales en los que se basa la película) fue varias veces a la productora, y fue a la quinta vez que decidí leer el libro y ahí me interesé.


Pese a que vives en Brasil, a partir del suceso de “Ciudad de Dios” te enfocaste en el cine internacional. ¿Por qué ya no haces cine brasileño?

En Brasil hago televisión. Hice una serie de doce episodios llamada “Som e fúria”. Mi productora tiene un acuerdo de coproducción con Globo, entonces siempre hacemos televisión. Pero es por una cuestión práctica. Hacer una película brasileña da un trabajo inmenso y es vista por poca gente; si es exitosa consigue un millón de espectadores. Si haces un programa de televisión y es un fracaso es visto por veinte millones de personas. Además la televisión te paga por un proyecto, no hay necesidad de buscar financiación, patrocinadores, etc. Televisión es más fácil de hacer y mucha más gente la ve. Entonces en Brasil prefiero hacer televisión. El cine internacional es más fácil de financiar y recibo muchas invitaciones para hacerlo. Pero no sé si voy a hacer cine por mucho tiempo. Estoy pensando en parar.

¿Por qué deseas parar? ¿Cuál es tu motivación actual para hacer cine?

Quiero cambiar de área. Sigo haciendo cine porque me involucro con las historias. Pero siento que ya estoy terminando mi carrera, que haré uno o dos films más. Ya entendí cómo es la experiencia y necesito hacer algo nuevo. La vida es muy corta para estar haciendo siempre lo mismo.

Tu productora tiene un acuerdo de coproducción con Globo Filmes, que es una compañía que ejerce un gran dominio sobre el cine brasileño. ¿Cómo analizas su rol en particular y cuál es tu opinión del cine brasileño en general?

En Brasil hacer una película y tener a Globo Filmes como asociado es una gran diferencia. Si tomas la lista de las veinte películas más vistas de Brasil en los últimos diez años, dieciocho son de Globo. Es indiscutible que si quieres que tu film sea visto, Globo Filmes es un canal importante. Pienso que el cine brasileño está muy bien. Ya se resolvió la cuestión de producción, creo que el año pasado se produjeron 110 largometrajes y 78 fueron exhibidos. El próximo problema del cine brasileño es la distribución. Creo que el 40% de las películas producidas no llegan al cine. El próximo foco de los directores será encontrar la manera de llegar a la pantalla. Y un festival siempre es una buena alternativa.

Siendo un director que trabaja mucho en el exterior, ¿considera que los extranjeros tienen una mirada particular sobre el cine brasileño?

Siempre se intenta colocar al cine brasileño en una cajita. Pero creo que el cine brasileño hoy en día es muy diverso, hay películas de tantos géneros, tipos, temas… diferente del cine argentino por ejemplo. El cine argentino creo que es mejor que el cine brasileño, tiene mejores guiones y actores, pero el cine argentino tiene una cara: son siempre films de clase media, relaciones de familia, mucho diálogo…al menos en las películas que vemos aquí. Es más de un tono solo. Y van mucho más lejos que nuestros films. El cine argentino viaja mucho más, gana más premios que el brasileño. Pero es más fácil de clasificar una película argentina que brasileña. Los films brasileños son muy diversos.

¿Qué opinas de la coproducción latinoamericana?

Se hace un poco pero no demasiado. Mi productora hizo tres proyectos latinoamericanos en los últimos cinco años. Pero siempre es muy difícil. Creo que para Brasil entrar en el mercado latinoamericano es difícil porque tenemos la barrera del idioma. Somos próximos pero es otro idioma y otra cultura. Claro que Argentina, Chile y Uruguay pueden tener una industria en común. Pero para nosotros es más difícil.

¿Cuál es tu próximo proyecto como director?

Se llama “Némesis”. Se basa en una novela del inglés Peter Adams, y el guión lo está escribiendo Bráulio Mantovani, que es el mismo de “Ciudad de Dios” y “Tropa de elite”. Voy a rodarla el próximo año desde agosto. Es una especie de biografía de nazis pero centrada en la cuestión del odio, en tener que odiar a alguien para mantenerse vivo. Se va filmar en Grecia, Italia, Francia y Reino Unido.