lunes, 13 de febrero de 2012

Chile: Pueblo Mapuche, Medios alternativos y comunitarios: Plataformas de acción y comunicación colectiva

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La experiencia de los medios comunitarios se destaca en su contribución a la visibilización de sectores relegados y la producción propia de contenidos tendiente al pluralismo, la integración social y la consolidación de herramientas sociales de transformación.

Por Andrea Monserratt Cortés Saavedra

El trabajo de los medios de comunicación masivos sobre el pueblo mapuche es cuestionable. Pareciera ser que es parte inherente del tratamiento que hacen esos conglomerados: la asociación de los mapuches con el terrorismo, la desadaptación y el obstáculo para el progreso que Chile necesita( pero que sólo llega a unos pocos). Es ahí donde los medios alternativos, comunitarios y sociales hacen su gran aporte. En ellos es posible leer la información que es invisibilizada en otros espacios, ahora contextualizada, con interpretación y con un enfoque plural.

Así vemos cómo los medios comunitarios funcionan como una alternativa a los medios masivos y se configuran desde una respuesta social que vincula los requerimientos de un colectivo, con el contexto en el que se aloja. De esta forma, la organización y lógica interna del medio se ve nutrido por el sentido, el significado y las prácticas que el colectivo desee imprimirle, según sus intereses, objetivos y propuestas. En esta línea, el medio comunitario se construye desde una idea transversal en la que se propugna la creación y consolidación de herramientas sociales que faciliten el pluralismo, la democracia y la integración social.

Enrique Antileo, antropólogo de la Universidad de Chile y miembro de la organización urbana Meli Wixan Mapu desde hace 10 años, ha estudiado la realidad mapuche y ha trabajado activamente desde el pueblo mapuche. Para Antileo, en el tratamiento que hacen los medios de comunicación masivos operaría un problema de fondo que tiene que ver con la estructura de dominación que existe en Chile sobre los pueblos indígenas y sobre todo en los mapuches. Junto con ello, el antropólogo cree que “la construcción de la informaciones se configuraría en base a un racismo que privilegiaría los tratos discriminatorios y los juicios a priori”.
Para Antileo “existe una forma de criminalización a los mapuches en general. No hay ningún tratamiento de fondo. No hay un tratamiento sociológico de lo que está pasando. No hay ningún tipo de investigación histórica. Se reducen a los hechos que pueden causar impacto, y tiene que ver con el tratamiento de la violencia que es un análisis muy estereotípico, superficial de un conflicto que tiene muchísimos años y que no es entendido en su dimensión histórica”.

Tal situación se percibe de forma patente en el tratamiento y vinculación de los incendios de La Araucanía y la imputación a miembros del pueblo mapuche. Para José Miguel Labrín, profesor de la Cátedra de Comunicación e Identidad del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile e investigador principal del estudio Análisis de la cobertura de conflictos indígenas 2010-2011 “la cobertura que se dio fue a partir de una acto delictivo, asumido como delictivo por los medios. Pero donde la prensa le dio más verosimilitud al discurso público. Yo creo los medios configuraron una cultura temática en torno al delito asociada a esa presunta imagen, pero es presunta imagen no viene desde la prensa sino que vino desde la fuente y predomina allí el gobierno”.

José Ancalao, vocero de la Federación Mapuche de Estudiantes (FEMAE), también critica que al pueblo mapuche se le relacione con actos delictivos o definidos como terroristas. Para él, la misma comunidad debe combatir estas prácticas. “Ahora respecto lo que están cubriendo los medios respecto del problema mapuche es más bien circunstancial, esperamos que no se siga en ese aspecto. Nosotros estamos en esa disposición. Creemos que no corresponde lo que dijo Hinzpeter, los allanamientos ilegales sin orden judicial, la golpiza, los baleos a los niños y a las mujeres. Eso no puede seguir pasando, como pueblo debemos tratar de estar en la posición de combatir”, explica el dirigente.

El poder de comunidad y sus medios

“Los medios alternativos se han transformado en una plataforma distinta que permite hablar, poner la voz y enunciar desde un cierto lugar. Esos medios alternativos sufren los mismos estigmas que sufre la sociedad indígena, están excluidos del sistema”, señala Antileo. ”Creo que todo análisis crítico permite visualizar problemas que no vemos comúnmente, si existe una investigación de cómo los medios tratan el problema mapuche es un aporte porque permite ver que hay detrás de las líneas ideológicas. El problema es que eso no es suficiente para que se genere una discusión en torno al tema”, agrega.

En el fondo, el medio alternativo se dota de una agenda de contenidos propia que involucra procesos de levantamiento y construcción noticiosa asociados a los criterios de relevancia del mismo medio. Sucede, entonces, que se genera una nueva articulación de tejidos comunicacionales en los que se diseñan audiencias y se fomenta su confianza con ellas. Así, el medio plantea un distinto sentido de lo social, en el que se especifican nociones de cultura, identidad y pluralismo que ofrecen representaciones alternativas a las que los medios masivos imponen. De esta forma, logran convertirse en un espacio de intercambio de significados y prácticas, que conlleva a que las visiones y experiencias de lo indígena y de lo mapuche en particular, adopten ribetes resignificados y se posen en discusiones más profundas y con elementos más complejos. Con ello, se configura un campo de disputa social y política de lo indígena, donde lo comunitario condensa dispositivos de comprensión y dominio de realidad de forma integral.