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En 44 minutos de material audiovisual, Tonatiuh Díaz González y Fernando Guadarrama, cuentan, mediante la memoria oral de un pueblo serrano, la historia de un "jaguar de luz", el cual fue desterrado y luego regresado a la comunidad de Cristo Rey, Lachixila. Se trata de "Abuelo Jaguar", una producción que le valió al dúo, obtener el primer lugar en la categoría de video indígena, durante el VII Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Documental Independiente "Contra el silencio todas las voces", celebrado del 16 al 23 de marzo.
Fernando Guadarrama trabajó por años en la Sierra norte, fue durante los proyectos que ahí realizaba que pronto se vio inmerso en la problemática que vivían los pobladores. "El tema nos abordó a nosotros", confiesa sonriente el productor.
Pronto el tema de la deforestación y destrucción de la selva, en el pequeño pueblo de Cristo Rey, Lachixila, los alcanzó.
Después de la crisis de cosecha de café en la zona, -que generaba un ingreso importante a la comunidad- los pobladores tuvieron que recurrir a la ganadería intensiva para sobrevivir, la cual fue fomentada por el gobierno estatal con los Consejos de Desarrollo Micro Regional en 1997.
Sin embargo, con ello también se provocó un desajuste en los ecosistemas que ahí coexistían.
Los jaguares -animales con una profunda carga mitológica, sobre todo en territorio de culturas mesoamericanas- que habían sido afectados directamente por esa reconfiguración de los hábitats, comenzaron a meterse en los potreros en busca de comida.
La inconformidad de los pobladores desembocó en el traslado del jaguar. Sin embargo, los realizadores nunca se imaginaron que poco tiempo después serían partícipes del arrepentimiento de los comuneros y pobladores que, al ver el error que habían cometido al "correr" a un animal clave en la cosmovisión de su pueblo, decidieron solicitar el regreso del ejemplar. Lo cual les pareció importante documentar.
Los comuneros de Cristo Rey La Selva, municipio de Santiago Camotlán, en Oaxaca, capturaron al jaguar que mataba a sus becerros y borregos y lo entregaron a la Procuraduría Federal de protección al Ambiente (Profepa). Tiempo después, mediante una ceremonia del pueblo, el jaguar regresó a su hábitat.
La Selva es una pequeña localidad zapoteca en la Sierra baja de Villa Alta, en la frontera con los pueblos zapotecos del distrito de Ixtlán y los pueblos chinantecos de los distritos de Choapan y Tuxtepec. Pertenece a la comunidad de Asunción Lachixila
De acuerdo con Tonatih Díaz, el otro realizador, dentro de toda la variedad de fauna silvestre, el jaguar es clave para la cultura del pueblo. Pues motivó una historia que describe la fundación de Lachixila, ya que de acuerdo con las historias contadas ahí, a esa comunidad la fundó un abuelo que era nahual de tigre, quien en una sola noche marcó los linderos de su territorio.
Fernando Guadarramas explica que el reconocimiento público es importante para ellos porque da fe de cómo los pueblos oaxaqueños realizan innumerables muestras de la defensa del territorio y de los recursos naturales.
Por otra parte, Tonatiuh Díaz resaltó la importancia que tuvo la ayuda de la comunidad para la documentación de la captura y traslado del jaguar, y sobretodo hizo hincapié en la solidaridad de artistas oaxaqueños que ayudaron a la comunidad en el establecimiento de proyectos productivos que ayudaran al desarrollo económico del pueblo, ayuda que fue solicitada por la misma comunidad.
El documental también fue producto de una estrecha coordinación entre el colectivo "Pueblo Jaguar A.C.", "Ojo de Agua Comunicación" y el Comisariado de Bienes Comunales de Asunción Lachixila.
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Cabe resaltar que en ese mismo concurso fue distinguido también, el documental "Silvestre Pantaleón" del realizador Roberto Olivares, quién radica en Oaxaca y es colaborador de Ojo de Agua.